La ansiedad y la depresión pueden manifestarse de forma sutil al inicio, pero reconocer sus señales tempranas permite buscar ayuda a tiempo y evitar que afecten gravemente la calidad de vida. Prestar atención a los cambios emocionales, físicos y conductuales es clave para una detección temprana.

Señales emocionales y de comportamiento

Los primeros signos suelen incluir tristeza persistente, irritabilidad, desmotivación o pérdida de interés en actividades antes placenteras. En el caso de la ansiedad, pueden aparecer preocupaciones excesivas, sensación de nerviosismo o dificultad para relajarse. También es común notar aislamiento social, baja autoestima o pensamientos negativos recurrentes.

Síntomas físicos asociados

La salud mental también se refleja en el cuerpo. El cansancio constante, los problemas de sueño, las molestias digestivas o las palpitaciones pueden ser manifestaciones de ansiedad o depresión. Estos síntomas suelen confundirse con otras causas físicas, por lo que es importante considerarlos dentro del contexto emocional.

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¿Cuándo buscar apoyo profesional?

Si los síntomas interfieren con la rutina diaria, afectan el desempeño laboral o las relaciones personales, es momento de buscar ayuda profesional. Psicólogos y psiquiatras pueden brindar estrategias terapéuticas efectivas, y en algunos casos, tratamientos médicos que mejoran significativamente el bienestar.

Hablar de salud mental es un acto de cuidado personal. Si notas cambios en tu estado de ánimo o en el de alguien cercano, busca apoyo y no lo enfrentes en silencio. ¡Tu bienestar emocional es tan importante como tu salud física!

 

Fuente: National Institute of Mental Health (NIMH)