El término migraña suele utilizarse como una abreviatura del dolor de cabeza intenso, pero en realidad se refiere a una condición neurológica que, tan solo en países como Estados Unidos, afecta a más de 30 millones de personas.

Diversas investigaciones y estudios de imagen han sugerido que ciertas estructuras y funciones del «cerebro migrañoso» podrían diferir ligeramente de las del cerebro «típico». Asimismo, investigaciones más minuciosas y definitivas podrían eventualmente aportar información sobre la naturaleza de las migrañas, así como datos relacionados con otros síntomas comunes, como el aura migrañosa y la sensibilidad a la luz.

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Aunque es demasiado pronto para extraer conclusiones de los estudios hasta el momento existentes, es posible que la migraña se encuentre asociada con lesiones leves en el tejido cerebral. Dicha posibilidad sólo enfatiza la importancia de desarrollar nuevas opciones de tratamiento y prevención para la migraña.

Por ahora, estudios que utilizan técnicas avanzadas de neuroimagen, como la resonancia magnética funcional (fMRI), están ayudando a los investigadores a comprender mejor cómo se desarrolla la migraña y cómo la condición afecta la estructura y el funcionamiento del cerebro con el paso del tiempo.

 

Fuente: Healthline