El estrés hace más lentas algunas funciones corporales normales, como las que realizan los sistemas digestivo e inmunológico. Posteriormente, el cuerpo puede concentrar sus recursos en la respiración, el flujo sanguíneo, el estado de alerta y la preparación de los músculos para un uso repentino.
En concreto, el cuerpo cambia de las siguientes maneras durante una reacción al estrés:
- Aumento de la presión arterial y el pulso
- La respiración se acelera
- El sistema digestivo se ralentiza (se vuelve más lento)
- La actividad inmune disminuye
- Aumenta la tensión en los músculos
- La somnolencia disminuye debido a un mayor estado de alerta
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La forma en la que una persona reacciona ante una situación difícil determinará los efectos del estrés en su salud en general. Hay quienes experimentan varios factores estresantes seguidos o a la vez, sin que esto provoque una reacción de estrés grave. Otros pueden tener una respuesta más fuerte a un solo factor estresante.
Una persona que siente que no cuenta con suficientes recursos para afrontar la situación probablemente tendrá una reacción más fuerte, la cual podría desencadenar problemas de salud.
Fuente: Medical News Today