Algunos pensamientos no nos dejan en paz, se repiten una y otra vez, como una canción que no puedes sacar de tu cabeza. Aunque una melodía recurrente puede ser molesta, probablemente no te suponga ningún problema, sobre todo si puedes pensar en otras cosas. Un pensamiento «pegajoso» es diferente, ya que causa angustia. No puedes desviar tu atención de él e interfiere en tu día a día.

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Cuando intentas alejar un pensamiento pegajoso, parece que se queda todavía más pegado. Esto se debe a que terminas prestándole más atención. En su lugar, prueba una de las siguientes tácticas:

  1. Examina la evidencia. ¿Qué parte del pensamiento es verdadera? Escribe la evidencia que lo respalda y luego escribe cualquier cosa que lo contradiga. Si tu cerebro dice que eres un fracaso, piensa en formas en las que has tenido éxito. Tal vez seas un gran cocinero o un padre muy dedicado. ¡Defiéndete!
  2. Distráete. Es difícil concentrarse cuando un pensamiento pegajoso se manifiesta en medio de una actividad. Para alejarte de estos pensamientos, cambia de escenario y sal a caminar o realiza una actividad que te atraiga.
  3. Programa más actividades. Si tienes demasiado tiempo libre durante el día, tu cerebro tendrá más tiempo para concentrarse en pensamientos pegajosos. Mantente ocupado(a).
  4. Limita el tiempo que pasas preocupándote. La gente suele preocuparse durante todo el día porque no quiere olvidar cosas. Así que elige un momento, como las cinco de la tarde, para preocuparte por lo que quieras durante 30 minutos. Cuando surja una preocupación antes de esa hora, recuerda que la abordarás más tarde durante el día.
  5. Habla con un familiar o un amigo. Compartir tus pensamientos te ayuda a tener una perspectiva y a combatir el aislamiento y la soledad.

 

Fuente: Harvard Medical School