Los padres y cuidadores pueden controlar el asma de sus niños y evitar posibles ataques de la afección procurando que siempre tomen sus medicamentos y evitando posibles desencadenantes. Generalmente, un médico recetará dos tipos de medicamentos para el asma: uno para un alivio rápido y otro para el control a largo plazo.

Los medicamentos de alivio rápido, o de rescate, relajan y abren rápidamente las vías respiratorias para ayudar a aliviar los síntomas durante un ataque de asma. Un médico también puede sugerir su uso antes de hacer ejercicio. Los médicos llaman a estos medicamentos beta-agonistas de acción corta, e incluyen al albuterol y el levalbuterol.

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Los medicamentos de control pueden ayudar a un niño a tener menos ataques de asma y más leves con el paso del tiempo, pero no ayudarán si una persona está teniendo un ataque de asma. Estos incluyen:

  • Corticosteroides
  • Inhaladores combinados, que contienen corticosteroides y beta-agonistas de acción prolongada
  • Anticolinérgicos
  • Inhibidores de leucotrienos

Cabe destacar que los menores que tienen síntomas más persistentes deben tomar ambos tipos de medicamentos y no depender únicamente de medicamentos de alivio rápido.

En ciertos casos, un médico puede sugerir productos biológicos para tratar el asma grave o difícil de tratar. Un médico puede administrar productos biológicos mediante inyecciones o infusiones. El médico puede realizar un análisis de sangre para determinar si los productos biológicos son adecuados para tratar el tipo de asma que padece un menor.

Sumado a ello, existen algunos remedios caseros que pueden ayudar a aliviar los síntomas del asma en los niños, pero estos deben ser consultados con el médico tratante.

 

Fuente: Medical News Today