La inflamación es una herramienta natural del sistema inmunológico para defender al cuerpo de infecciones, lesiones o toxinas. Sin embargo, cuando esta respuesta se activa de forma descontrolada o prolongada, puede dañar los propios tejidos y desencadenar enfermedades autoinmunes, en las que el organismo ataca por error a sus células sanas.
¿Qué son las enfermedades autoinmunes?
Son trastornos en los que el sistema inmune pierde la capacidad de distinguir entre elementos extraños y estructuras propias. Como resultado, ataca órganos, articulaciones, músculos o glándulas, generando inflamación crónica y sÃntomas persistentes.
Algunos ejemplos comunes incluyen:
- Artritis reumatoide.
- Lupus eritematoso sistémico.
- Esclerosis múltiple.
- Enfermedad celÃaca.
- Tiroiditis de Hashimoto.
La inflamación como mecanismo central
En estos trastornos, la inflamación deja de ser una respuesta protectora y se convierte en un proceso dañino, que agrava los sÃntomas y el daño tisular. Las células inmunitarias liberan sustancias que atacan tejidos sanos, lo que provoca dolor, fatiga, hinchazón y disfunción del órgano afectado.
Además, se ha observado que ciertos factores externos como el estrés crónico, la mala alimentación, el sedentarismo o infecciones previas pueden favorecer o empeorar el estado inflamatorio del cuerpo, actuando como desencadenantes o agravantes de las enfermedades autoinmunes.
Conoce más: Enfermedades comunes relacionadas con la inflamación crónica
¿Por qué es importante esta relación?
Comprender que la inflamación crónica está en el centro de muchas enfermedades autoinmunes permite buscar tratamientos que no sólo controlen los sÃntomas, sino que también modulen la respuesta inmune.
Cambios en el estilo de vida, como una dieta antiinflamatoria, actividad fÃsica regular y manejo del estrés, pueden ayudar a reducir la carga inflamatoria y mejorar la calidad de vida de quienes viven con estos padecimientos.
Detectar a tiempo los sÃntomas y actuar sobre los factores que promueven la inflamación es clave para prevenir complicaciones mayores. Cuidar el equilibrio del sistema inmunológico es parte fundamental de la salud a largo plazo.
Fuente: Cleveland Clinic