Cuando estás enfermo(a), tu cuerpo quema calorÃas adicionales para ayudar a tu sistema inmune a combatir enfermedades.
Para compensar estas calorÃas quemadas, debes procurar consumir una dieta saludable y muchos lÃquidos. Esto garantiza que tu sistema inmunitario tenga la energÃa necesaria para funcionar correctamente cuando te enfermas.
Estar enfermo(a) puede desencadenar un «metabolismo de enfermedad», una condición que se presenta cuando tu cuerpo prioriza la energÃa hacia tu respuesta inmunitaria en lugar de hacerlo hacia otras funciones.
Cuando hay enfermedad, tu metabolismo por lo general se acelera, lo que significa que tu cuerpo quema más calorÃas al esforzarse más para combatir la infección, lo que frecuentemente se manifiesta con sÃntomas como dolores musculares, fiebre y pérdida de apetito. Esto puede resultar en una menor ingesta de nutrientes, ya que requieres más energÃa para combatir la enfermedad.
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Tu cuerpo utiliza naturalmente más calorÃas para producir células inmunitarias y combatir el patógeno invasor.
Cuando tu sistema inmune se «activa» para combatir una infección, requiere más calorÃas para mantener una tasa metabólica más elevada. Se gasta más energÃa en enfermedades más intensas, como las que producen fiebre.
Cuando se está enfermo, se obtiene aproximadamente un 30% más de calorÃas de la descomposición de proteÃnas o de las reservas musculares. Por ello, es crucial seguir comiendo para evitar la pérdida de peso durante las infecciones. Los nutrientes pueden ayudar a preservar la masa muscular y a reforzar el papel de las proteÃnas tanto en la salud como en la enfermedad.
Fuente: Very Well Health