La postura corporal influye directamente en la salud de tu columna, articulaciones y músculos. Una postura adecuada no sólo previene dolores y lesiones, también mejora la respiración, la digestión y el bienestar general. Aprender a mantener el cuerpo alineado puede marcar una gran diferencia en tu calidad de vida.
¿Qué se entiende por buena postura?
La postura ideal es aquella en la que la cabeza, hombros, caderas, rodillas y pies están alineados de forma natural, permitiendo que el cuerpo se sostenga sin esfuerzo excesivo. Esta alineación reduce la presión sobre la columna y las articulaciones, evitando tensiones innecesarias.
Postura correcta al estar de pie
- Mantén la cabeza erguida y alineada con los hombros.
- Los hombros relajados, sin estar encorvados hacia adelante.
- Abdomen ligeramente contraÃdo para dar soporte a la zona lumbar.
- Rodillas extendidas pero no rÃgidas.
- El peso distribuido en ambos pies, sin inclinarse hacia un lado.
Postura correcta al sentarse
- Apoya bien la espalda en el respaldo de la silla.
- Mantén los pies planos sobre el suelo (o usa un apoyo si no llegan).
- Rodillas a la altura de las caderas o ligeramente por debajo.
- Evita cruzar las piernas por tiempo prolongado.
- Si trabajas frente a una computadora, mantén la pantalla a la altura de los ojos y los antebrazos paralelos al suelo.
¿Cómo influye la postura en tu salud muscular y articular?
¿Por qué es tan importante?
Una mala postura prolongada puede provocar:
- Dolor lumbar o cervical.
- Tensión en hombros y cuello.
- Desgaste en articulaciones.
- Dolor de cabeza por tensión.
- Mayor riesgo de lesiones al moverse o hacer ejercicio.
Adoptar una buena postura es un hábito que se entrena con conciencia y constancia. Con pequeños ajustes diarios puedes proteger tu columna y evitar molestias innecesarias en el futuro.
Fuente: Mayo Clinic