Los calambres musculares son contracciones dolorosas que pueden aparecer durante el ejercicio o incluso en reposo. Aunque sus causas son diversas, una de las principales razones por las que ocurren es la deshidratación y la pérdida de electrolitos. Mantener un buen nivel de líquidos en el cuerpo es clave para prevenirlos.

Relación entre deshidratación y calambres

Cuando el cuerpo pierde agua y sales minerales como sodio, potasio y magnesio, se altera el equilibrio que regula la contracción y relajación muscular, lo que aumenta el riesgo de calambres. Esto suele ocurrir en climas calurosos, durante la actividad física intensa o si no se ingieren suficientes líquidos a lo largo del día.

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Estrategias para una hidratación adecuada

Beber agua de manera constante y no solo cuando aparece la sed ayuda a mantener el equilibrio de líquidos y electrolitos.

También es recomendable incluir alimentos ricos en minerales, como plátano, espinaca o frutos secos, y en caso de ejercicio prolongado, considerar bebidas con electrolitos para reponer las pérdidas.

Mantener una hidratación adecuada es fundamental para prevenir calambres, mejorar el rendimiento físico y proteger la salud muscular. Prestar atención al consumo de agua y minerales en la dieta diaria es una medida simple pero muy efectiva.

 

Fuente: Mayo Clinic