Las infecciones respiratorias, como los resfriados, la gripe y algunas afecciones más graves, son muy comunes, especialmente cuando ocurren cambios bruscos en el clima. Aunque no siempre pueden evitarse por completo, hay acciones cotidianas que ayudan a reducir el riesgo de contagio y proteger la salud pulmonar.
1. Lávate las manos con frecuencia
El lavado de manos es una de las formas más efectivas de prevenir infecciones. Hazlo con agua y jabón durante al menos 20 segundos, especialmente después de estar en lugares públicos, sonarte la nariz, estornudar o antes de comer.
2. Ventila los espacios cerrados
Mantener ventanas abiertas unos minutos al día ayuda a renovar el aire y reduce la concentración de virus y bacterias en el ambiente. Esto es especialmente importante en hogares, escuelas y oficinas.
3. Refuerza tu sistema inmunológico con buena alimentación
Una dieta rica en frutas, verduras, legumbres y alimentos con vitamina C y zinc fortalece las defensas naturales del cuerpo. También es clave mantenerse bien hidratado y evitar el consumo excesivo de azúcar y alimentos ultraprocesados.
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4. Evita tocarte la cara
Las manos pueden transportar virus que ingresan al cuerpo al tocarse los ojos, la nariz o la boca. Ser consciente de este hábito y evitarlo en lo posible ayuda a prevenir infecciones.
5. Usa cubrebocas en lugares concurridos
En espacios cerrados con mucha gente o durante brotes de enfermedades respiratorias, el uso del cubrebocas sigue siendo una medida útil para evitar la propagación de virus. También es una forma de proteger a personas vulnerables a tu alrededor.
Adoptar estas medidas sencillas, pero efectivas, puede marcar una gran diferencia en la prevención de enfermedades respiratorias comunes y cuidar tu bienestar general.