Cuando comiences a sentir sueño y no puedas mantenerte despierto(a), cambiar a una tarea que requiera atención puede ayudarte. Una de ellas es iniciar una conversación con alguien, ya que es una opción fácil que no requiere esfuerzo físico.
Específicamente, de qué hablas y con quién hablas son factores que pueden aumentar la interacción y el estímulo de una conversación. Por ejemplo, un estudio realizado en el año 2020 dio a conocer que hablar con alguien de un entorno diferente desencadena una mayor actividad del lóbulo frontal, una parte esencial del cerebro que juega un papel clave en varias funciones cognitivas.
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Otro estudio de ese mismo año reveló que hablar sobre la vida o temas mundanos promovía más la actividad del lóbulo frontal que una conversación centrada en una tarea.
Entre muchas otras funciones, el lóbulo frontal del cerebro es responsable del control de la atención, la planificación y la interacción cognitiva. Entonces, al estimular esta área del cerebro, puedes mantener a raya la somnolencia.
Fuente: Healthline