La grelina es una hormona que se produce principalmente en el estómago cuando está vacío. También se produce en el intestino delgado, el cerebro y el páncreas.

Esta viaja por el torrente sanguíneo hasta el cerebro, donde actúa sobre el hipotálamo. El hipotálamo es una región del cerebro que produce hormonas que regulan el hambre, el estado de ánimo, la sed y muchas otras funciones importantes del cuerpo.

La grelina suele conocerse como la hormona del hambre porque su función principal es regular el apetito. Cuando la grelina activa su receptor (el receptor secretagogo de la hormona del crecimiento), provoca que una persona coma más y almacene grasa extra.

En personas que intentan bajar de peso o que lo han hecho recientemente, los niveles de grelina suelen ser más elevados, lo que dificulta mantener la pérdida de peso.

La grelina también puede indicar al cuerpo que disminuya la termogénesis de la grasa parda. Cuando esto sucede, el cuerpo quema menos grasa en reposo. La grasa parda es conocida por sus propiedades termogénicas y su capacidad para aumentar la quema total de calorías.

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Varios estudios demuestran que la grelina también afecta el ciclo sueño-vigilia, la percepción del gusto y la búsqueda de recompensas.

Debido a que desempeña un papel en el procesamiento de recompensas, muchos expertos creen que tener niveles elevados de grelina pueden contribuir al abuso de alimentos y del alcohol.

Recientemente, un equipo de investigadores descubrió que la grelina también desempeña numerosas funciones en el organismo, como mejorar la salud cardíaca, prevenir la atrofia muscular e influir en el metabolismo óseo.

Asimismo, puede estimular la secreción de ácido gástrico y acelerar el vaciado gástrico.

Si deseas saber más sobre la grelina, consulta a tu médico.

 

Fuente: Medical News Today