Un desgarro cutáneo es un tipo de lesión en donde la piel se desprende del cuerpo (avulsión). Los desgarros suelen afectar la piel fina y frágil.
A diferencia de la piel flexible, que se estira para evitar que se rompa, la piel débil puede desgarrarse con facilidad. En algunas personas, un simple golpe contra un mueble o quitarse una venda demasiado rápido puede desgarrar la piel.
Existen tres categorías de desgarros cutáneos y algunas subcategorías. La principal diferencia entre los tipos de desgarro cutáneo radica en si el colgajo de piel puede volver a adherirse al cuerpo y cicatrizar bien.
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Categoría 1
El colgajo cutáneo está lo suficientemente completo como para que todos los bordes puedan cerrarse. Este tipo de desgarro cutáneo podría cicatrizar si se vuelve a colocar el colgajo en su lugar y se envuelve la herida con un apósito ligero.
Categoría 1a: el colgajo cutáneo es rosado y sano. Categoría 1b: el colgajo cutáneo es pálido, azul o morado, lo que significa que probablemente no cicatrizará.
Categoría 2
El colgajo cutáneo está dañado y no cierra correctamente. En este caso, el desgarro no cicatriza correctamente porque el colgajo no alcanza los bordes de la herida.
Categoría 2a: el colgajo es rosado. Categoría 2b: el colgajo es pálido o azul.
Categoría 3
El colgajo cutáneo ha desaparecido por completo. Este tipo de desgarro cutáneo es el que tarda más en cicatrizar.
Fuente: Very Well Health







