La acumulación de líquido en la rodilla, o derrame articular, se refiere a la acumulación de líquido en la articulación de la rodilla y sus alrededores. Esta afección provoca dolor e inflamación en la rodilla y puede deberse a diversos factores, como lesiones, uso excesivo, artritis e infecciones.

El exceso de líquido en la articulación de la rodilla y sus alrededores puede provocar hinchazón e inflamación cerca de los huesos. Una rodilla puede parecer más grande que la otra y las personas pueden tener dificultad para doblarla o estirarla.

Otros síntomas pueden incluir:

  • Rigidez
  • Disminución del rango de movimiento
  • Calor
  • Enrojecimiento

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¿Cómo se diagnostica un derrame articular?

El diagnóstico de un derrame articular suele involucrar lo siguiente:

  • Un historial médico abarca la aparición de los síntomas, las lesiones y las afecciones médicas.
  • Un examen físico detecta hinchazón, enrojecimiento o decoloración de la rodilla, y calor. Asimismo, evalúa la presencia de líquido.
  • Estudios de imagen que pueden incluir radiografías para detectar problemas óseos, resonancia magnética (RM) para detectar daños en los tejidos blandos y ecografía para detectar cambios en el líquido sinovial (fluido viscoso y transparente que se encuentra en las articulaciones, actuando como lubricante y amortiguador).
  • Pruebas de laboratorio que utilizan artrocentesis (aspiración articular) para analizar el líquido articular en busca de signos de infección, cristales relacionados con la gota o sangre, y así determinar la causa subyacente.

Si deseas saber más sobre el derrame articular y sus causas, consulta a tu médico.

 

Fuente: Very Well Health