La piel es el órgano más grande del cuerpo y actúa como una barrera protectora frente a los cambios del entorno. Sin embargo, cada estación del año trae consigo retos específicos que pueden afectar su salud y apariencia. Adaptar los cuidados según la temporada es fundamental para mantenerla protegida e hidratada.

Cuidados en temporada de frío

Las bajas temperaturas y el uso de calefacción reducen la humedad ambiental, lo que provoca sequedad, enrojecimiento y tirantez en la piel.

Para evitarlo:

  • Usa cremas hidratantes más densas, especialmente después del baño.
  • Aplica bálsamos labiales para evitar que los labios se agrieten.
  • Evita duchas muy calientes, ya que resecan aún más la piel.
  • No olvides el protector solar, incluso en días nublados.

Cuidados en temporada de calor

El calor, el sudor y la exposición solar pueden provocar manchas, quemaduras y brotes de acné, sobre todo en pieles sensibles o grasas.

Para proteger tu piel:

  • Usa protector solar de amplio espectro y reaplícalo cada 2-3 horas si estás al aire libre.
  • Opta por hidratantes ligeros o en gel, que no obstruyan los poros.
  • Limpia tu rostro al menos dos veces al día para retirar el sudor y la grasa.
  • Bebe suficiente agua para mantener la piel hidratada desde dentro.

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Cuidados en temporada de lluvias y humedad

La humedad constante puede generar un ambiente propicio para hongos, irritaciones o exceso de grasa en la piel.

Recomendaciones clave:

  • Evita mantener la ropa húmeda en contacto con la piel por mucho tiempo.
  • Utiliza ropa transpirable y seca bien las zonas de pliegues corporales.
  • Aplica productos con ingredientes antifúngicos si eres propenso a infecciones.
  • Mantén la piel limpia y seca, especialmente en pies y axilas.

Ajustar el cuidado de la piel a cada estación no sólo mejora su apariencia, también previene problemas como irritaciones, infecciones o envejecimiento prematuro. Escuchar lo que tu piel necesita en cada momento del año puede marcar la diferencia para mantenerla sana, flexible y protegida a largo plazo.

 

Fuente: American Academy of Dermatology