La hidratación adecuada es un pilar básico para sentirte con más energía, claridad mental y bienestar físico. Después de periodos de excesos o rutinas irregulares, como suele ocurrir a fin de año, retomar buenos hábitos de hidratación ayuda al cuerpo a funcionar mejor y a recuperar el equilibrio. Estos consejos prácticos pueden ayudarte a lograrlo de forma sencilla.

1. Comienza el día con un vaso de agua

Después de varias horas de sueño, el cuerpo necesita líquidos. Beber agua al despertar favorece la activación del metabolismo, apoya la digestión y mejora la sensación de energía desde las primeras horas del día, ayudándote a iniciar la jornada con mayor claridad.

2. Distribuye el consumo de agua a lo largo del día

No basta con beber grandes cantidades de una sola vez. Tomar pequeños sorbos de forma constante permite una mejor absorción y ayuda a mantener funciones como la concentración y la regulación de la temperatura, evitando la deshidratación leve.

3. Apóyate en alimentos ricos en agua

La hidratación también viene de los alimentos. Frutas y verduras como naranja, sandía, pepino o lechuga aportan líquidos y micronutrientes que contribuyen al equilibrio hídrico, además de sumar fibra a la alimentación.

4. Presta atención a las señales del cuerpo

El cuerpo avisa cuando necesita líquidos. Boca seca, cansancio, dolor de cabeza o orina oscura pueden indicar una hidratación insuficiente, por lo que conviene responder a tiempo aumentando el consumo de agua.

5. Modera bebidas que favorecen la deshidratación

Algunas bebidas pueden interferir con una buena hidratación. Reducir el consumo excesivo de alcohol, refrescos y bebidas con cafeína ayuda a mantener un mejor balance de líquidos, especialmente al inicio del año.

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Mejorar tu hidratación es una acción simple con grandes beneficios. Incorporar estos hábitos de manera constante puede ayudarte a sentirte con más energía, mejorar tu concentración y apoyar tu bienestar general, sentando una base más saludable para comenzar el año.

 

Fuente: Mayo Clinic