La claudicación neurogénica se produce cuando los nervios raquídeos se comprimen en la columna lumbar (inferior), causando dolor intermitente en las piernas. También conocida como pseudoclaudicación, suele ocurrir cuando el espacio entre los huesos de la columna lumbar se reduce demasiado, una afección conocida como estenosis espinal lumbar.

La claudicación neurogénica se caracteriza por dolor nervioso, generalmente en ambas piernas. Aunque también puede haber dolor en la zona lumbar o los glúteos, el dolor se localiza de manera más específica en las piernas.

Los síntomas de la claudicación neurogénica incluyen los siguientes:

  • Dolor agudo, punzante o sordo que se extiende a las extremidades inferiores
  • Sensación de ardor o entumecimiento y hormigueo
  • Fatiga y debilidad en las piernas
  • Sensación de pesadez en las piernas
  • Calambres en las piernas

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El dolor en las piernas causado por la claudicación neurogénica es intermitente y cambia con movimientos o actividades específicas. Estar de pie, caminar, bajar escaleras o flexionar la columna hacia atrás puede causar dolor. Por otro lado, sentarse, subir escaleras o inclinarse hacia adelante suele aliviar el dolor.

Con el tiempo, la claudicación neurogénica puede afectar la movilidad de una persona, ya que evita cualquier actividad que le ocasione dolor, como hacer ejercicio, levantar objetos pesados y caminar durante largos periodos. Incluso dormir puede convertirse en un desafío.

En casos graves, la claudicación neurogénica puede provocar la pérdida del control de la vejiga o los intestinos debido a la compresión de los nervios que regulan dichas funciones.

Si deseas saber más sobre la claudicación neurogénica, consulta a tu médico.

 

Fuente: Very Well Health