Una biopsia de tiroides es un procedimiento médico que se utiliza para diagnosticar problemas en la glándula tiroides. Este consiste en recolectar células de la tiroides para analizarlas en el laboratorio. Recordemos que la tiroides es una glándula con forma de mariposa ubicada en el cuello que produce hormonas, las cuales controlan los niveles de energía, la temperatura y otras funciones del cuerpo.
El procedimiento que se utiliza con frecuencia es la aspiración con aguja fina (PAAF de tiroides), que puede guiarse por ecografía. Es menos invasivo: la inserción de la aguja causa mínimo dolor, molestias y cicatrices, lo que permite una rápida recuperación.
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La PAAF de tiroides se puede utilizar para examinar nódulos o crecimientos en la tiroides en busca de enfermedades o cáncer. La mayoría de las veces, estos nódulos son benignos (no cancerosos). No obstante, tu profesional de la salud no puede saberlo hasta que se examine una muestra de tiroides en el laboratorio.
Aunque una biopsia por aspiración con aguja fina de la glándula tiroides debería causar muy poco dolor y molestias, es posible que sientas un pinchazo al inyectar el anestésico.
Dicho procedimiento de anestésico reducirá la sensibilidad de la aguja durante la biopsia, que se sentirá como una ligera presión. Si te duele, infórmaselo al profesional de la salud que te esté realizando la prueba, pues no debería ser doloroso.
Durante la biopsia, el profesional de la salud utilizará una sonda de ultrasonido para asegurarse de que esté tomando muestras del nódulo, no de la tiroides sana. Sentirás presión al presionar la sonda en el cuello.
Una vez que haya pasado el efecto del anestésico, quizás sientas una ligera molestia en el cuello. También podrías presentar hematomas o sangrado leves.
Fuente: Very Well Health