El tipo de bebida que consumes antes de dormir puede influir directamente en la calidad de tu descanso. Algunas bebidas estimulan el sistema nervioso o afectan la digestión, dificultando conciliar el sueño y mantenerlo durante la noche. Elegir bien qué tomar en las horas previas al descanso es clave para dormir mejor.

1. Evita el café y otras fuentes de cafeína

La cafeína es un estimulante que mantiene el cerebro en estado de alerta. Tomar café, té negro, té verde o bebidas energéticas por la tarde o noche puede retrasar el inicio del sueño y reducir su profundidad. Incluso pequeñas cantidades pueden afectar a personas sensibles, por lo que conviene evitarlas al menos seis horas antes de acostarse.

2. Limita el consumo de refrescos y bebidas energéticas

Además de cafeína, estas bebidas suelen contener altos niveles de azúcar. El exceso de azúcar eleva la energía temporalmente, pero luego puede causar un descenso brusco que interrumpe el descanso. Beberlas antes de dormir también puede provocar molestias digestivas o acidez.

3. No abuses del alcohol como “ayuda” para dormir

Aunque algunas personas piensan que el alcohol favorece el sueño, su efecto es engañoso. El alcohol puede inducir somnolencia al inicio, pero altera las fases del sueño profundo y provoca despertares nocturnos. Además, favorece la deshidratación y aumenta la necesidad de orinar durante la noche.

4. Modera la ingesta de líquidos justo antes de dormir

Incluso las bebidas sin cafeína pueden afectar el descanso si se consumen en exceso. Beber mucha agua o infusiones muy cerca de la hora de dormir aumenta la probabilidad de interrupciones nocturnas para ir al baño. Lo ideal es hidratarse bien durante el día y reducir la cantidad de líquidos en las últimas dos horas.

5. Opta por alternativas relajantes

Si deseas una bebida nocturna, elige opciones que promuevan la relajación. Las infusiones de manzanilla, tila o leche tibia son excelentes alternativas que ayudan al cuerpo a prepararse para el sueño. Tomarlas con calma puede convertirse en un ritual que el cuerpo asocie con el descanso.

Dormir bien empieza horas antes de acostarte. Evitar bebidas estimulantes o irritantes es un paso sencillo que mejora la calidad del sueño y tu bienestar general. ¡Cuida tus noches, tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán!

 

Fuente: Sleep Foundation