La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad inflamatoria crónica que se caracteriza por ocasionar dolor, rigidez e inflamación articular.

Cuanto más avanzada esté la enfermedad, mayor será la probabilidad de experimentar dolor crónico en diversas zonas del cuerpo, además de las articulaciones.

Por ejemplo, si tienes dolores de cabeza podrían deberse a artritis que afecta las tres primeras vértebras de la columna vertebral. Se pueden formar espolones óseos en las articulaciones dañadas, lo que provoca fricción y dolor adicionales.

Esto significa que al realizar alguna actividad podrías estar experimentando dolor, y si es así, probablemente sea mejor evitarla. Esto no significa que tengas que posponer toda tu vida. Tómate un tiempo para pensar en pequeños cambios cotidianos que puedes realizar en tu rutina para cuidar mejor tus articulaciones doloridas.

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Por ejemplo, considera lo siguiente:

  • Instala manijas de palanca en las puertas de tu casa para reemplazar las perillas tradicionales.
  • Desliza un objeto pesado en lugar de levantarlo.
  • Sostén los objetos con las palmas de las manos en lugar de agarrarlos con los dedos.

Estos y otros pequeños ajustes pueden contribuir a reducir el dolor.

Si el dolor crónico interfiere con tu vida, no estás solo(a). Asegúrate de hablar con un profesional de la salud sobre las diversas alternativas médicas y no médicas para reducir el dolor y volver a la normalidad.

 

Fuente: Healthline