El acné hormonal ocasiona brotes relacionados con fluctuaciones hormonales, que suelen presentarse durante la pubertad.

Sin embargo, los brotes hormonales pueden aparecer hasta bien entrada la edad adulta y son más comunes en mujeres.

Según un estudio del año 2008, alrededor del 50% de las mujeres de entre 20 y 29 años, así como el 25% de aquellas entre los 40 y 49 años, tienen acné.

Normalmente, el acné hormonal se caracteriza por:

  • Acné en las mejillas y la mandíbula
  • Puntos negros, puntos blancos o quistes
  • Piel grasa
  • Inflamación
  • Sensibilidad

Según los dermatólogos, la mayoría de los brotes aparecen cuando las glándulas sebáceas de la piel se vuelven más sensibles a un grupo de hormonas conocidas como andrógenos.

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Los andrógenos impulsan el agrandamiento de las glándulas sebáceas y aumentan la producción de grasa en la piel. Todas las personas tienen algún nivel de andrógenos, y estos aumentan durante la pubertad.

Algunas mujeres son más sensibles a los andrógenos a lo largo de su vida que otras, y la sensibilidad hormonal también cambia con la edad.

En ocasiones, el estilo de vida también puede agravar el problema.

Por ejemplo, el uso de múltiples productos para el cuidado de la piel contribuye a este problema al irritarla, lo que provoca enrojecimiento y, con frecuencia, desencadena una predisposición subyacente al acné vulgar (la enfermedad de la piel que se caracteriza por la aparición de granos y espinillas).

Asimismo, existen muchas razones por las que las personas desarrollan acné hormonal, incluso durante la edad adulta. Por ejemplo, un estudio del año 2020 descubrió que el acné hormonal en las mujeres se desencadena con mayor frecuencia por:

  • Cambios hormonales durante la premenstruación
  • Mala alimentación
  • Falta de sueño
  • Uso de maquillaje
  • Estrés

 

Fuente: Healthline