Los ronquidos se producen cuando el flujo de aire a través de la boca y la nariz se bloquea parcialmente durante el sueño. El bloqueo hace que los tejidos circundantes vibren y produzcan un sonido: los ronquidos.

Varios factores pueden estrechar las vías respiratorias y provocar ronquidos, como la relajación de los músculos de la garganta o una lengua que se desliza hacia atrás. Estos son algunos factores comunes que aumentan la probabilidad de roncar:

  1. Tener obesidad, que agrega tejido adicional alrededor del cuello que comprime las vías respiratorias.
  2. Problemas nasales como un tabique nasal desviado.
  3. Pólipos nasales.
  4. Congestión por resfriados o alergias.
  5. Características estructurales, como un paladar blando o úvula (la parte posterior del techo de la boca) largos, o amígdalas o adenoides inflamadas.
  6. Tono muscular deficiente debido al envejecimiento.
  7. Alcohol y ciertos medicamentos que permiten que las vías respiratorias se colapsen más fácilmente.

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En algunos casos, los ronquidos pueden indicar apnea del sueño, una afección grave en la que la respiración se detiene y se reinicia repetidamente durante el sueño. Por ello, si sabes que roncas con frecuencia, es importante que acudas a revisión con un médico, que a su vez puede derivarte a una clínica del sueño.

 

Fuente: Harvard Medical School