Ahora que llegamos al final del año, las temperaturas gélidas y el aire seco son características del clima invernal que se vuelven particularmente duras para la piel. Incluso los sistemas de calefacción crean más sequedad y eliminan más humedad del ambiente, lo que extrae la humedad de la piel.
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Por ello aplicar humectante es una medida de referencia para evitar la sequedad de la piel, así como para aliviar problemas como el eccema, la psoriasis, la rosácea y la dermatitis seborreica. Pero los expertos sugieren analizar más a fondo los productos y los enfoques que quizás no hayas considerado, como por ejemplo:
- Optar por cremas y ungüentos, ya que las lociones más líquidas no brindan tanta humedad.
- Cubrir las áreas de piel agrietada con vaselina y cubrirlas con guantes de algodón, film transparente u otra barrera para sellar la humedad durante la noche.
- Usar un humidificador para bombear humedad al aire seco del interior.
- Tomar duchas solo con agua tibia y no hacerlo más de una vez al día, si es posible, cada dos días.
- Usar jabones humectantes y limpiadores corporales líquidos, que contengan más emolientes suavizantes de la piel que el jabón en barra, tratando de evitar el jabón en las zonas que no lo necesitan, como los brazos y las piernas.
- Secar el cuerpo con palmaditas después del baño y aplicar crema hidratante mientras la piel todavía esté húmeda, lo que retiene la humedad.
Fuente: Harvard Medical School