La exfoliación es un proceso que ayuda a eliminar las células muertas, el sebo y otros residuos de la superficie de la piel.

En cuanto a exfoliantes físicos, existe una gran variedad de opciones, pero es importante que evites elegir alguno que sea demasiado agresivo e irrite los poros. Las nueces molidas y otras perlas ásperas pueden irritar los brotes activos o la piel sensible.

Considera algo sencillo, como una opción natural casera o un exfoliante de venta libre con ingredientes suaves, como la avena.

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Por lo general, deberás seguir las instrucciones del producto que elijas, pero este es un buen punto de partida para la mayoría de los exfoliantes:

  1. Aplica una capa fina de exfoliante.
  2. Extiéndelo uniformemente sobre la piel.
  3. Masajea, no frotes, para que penetre en la piel.
  4. Es posible que tengas que dejarlo actuar durante varios minutos, pero consulta el envase del producto para asegurarte.
  5. Una vez finalizado el proceso, enjuaga el producto por completo.

Si tienes más dudas sobre los exfoliantes y cómo aplicarlos, consulta a tu médico.

 

Fuente: Healthline