La hipovolemia es la pérdida del 15% o más del líquido que circula en el cuerpo, específicamente sangre o agua. Debido a que los órganos necesitan dichos líquidos para funcionar, su disminución puede provocar que los órganos funcionen mal y fallen. Los síntomas incluyen mareos, ritmo cardíaco acelerado, piel húmeda, confusión y desmayos.
La hipovolemia puede variar de leve a grave según la causa subyacente. Las causas más comunes incluyen las siguientes:
- Deshidratación grave: provocada por la falta de ingesta de líquidos, desnutrición, vómitos o diarrea intensos o sudoración extrema (hiperhidrosis).
- Hemorragia externa: provocada por heridas graves, cortes o quemaduras.
- Hemorragia interna: provocada por una lesión traumática o afecciones médicas como un aneurisma aórtico, una rotura del bazo, un embarazo ectópico o una úlcera péptica.
- Problemas renales: provocados por la micción excesiva (poliuria) o el uso excesivo de diuréticos («pastillas de agua»).
- Acumulación de líquido en las cavidades corporales: provocada por enfermedades como pancreatitis aguda, cirrosis hepática, insuficiencia cardíaca avanzada, síndrome nefrótico y obstrucción intestinal que extraen agua de los tejidos y la llevan al abdomen y otras cavidades.
RECUERDA: La hipovolemia no debe confundirse con la deshidratación, ya que es la disminución del volumen de líquido en el sistema vascular (vasos sanguíneos y vasos linfáticos) con o sin depleción de líquido en todo el cuerpo. La deshidratación es la depleción de líquido en todo el cuerpo.
La hipovolemia puede producirse como resultado de la deshidratación, pero también puede ocurrir independientemente de ella.
Si deseas saber más sobre la hipovolemia, cómo afecta a la salud y cómo debe tratarse, consulta a tu médico.
Fuente: Very Well Health