Hay una serie de factores clave que pueden determinar el efecto que la vivienda puede tener en la salud de una persona. Uno de ellos es la calidad y seguridad.

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Tener una menor calidad y seguridad de la vivienda aumenta el riesgo de que las personas sufran problemas de salud. Los posibles riesgos para la salud en el hogar suelen dividirse en cuatro categorías:

  1. Biológicos: Incluyen alérgenos provenientes del moho, roedores y ácaros del polvo, y pueden incrementar el riesgo de alergias, asma y otras enfermedades respiratorias.
  2. Químicos: Estos pueden incluir plomo, asbesto, radón y monóxido de carbono. La exposición a tales sustancias puede provocar una mayor probabilidad de complicaciones neurológicas, trastornos del desarrollo, cáncer, asma y otras enfermedades respiratorias.
  3. Físicos: Los ejemplos incluyen ventilación inadecuada, control de temperatura y peligros que pueden causar lesiones. Estos pueden contribuir a lesiones físicas, enfermedades respiratorias, asma y exposición a calor o frío excesivos.
  4. Sociales: Esto puede incluir hacinamiento, vivir en la pobreza y miedo a ser objeto de algún crimen. Los riesgos sociales para la salud pueden aumentar el riesgo de enfermedades infecciosas y de peores resultados en torno a la salud mental.

 

Fuente: Medical News Today