Aunque no lo pienses mucho, la forma en que manejas tus visitas al baño tiene un impacto directo en la salud de tu suelo pélvico. Por ello, adoptar algunas precauciones sencillas al orinar es fundamental para mantenerlo en forma.
Pon en práctica estas recomendaciones:
1. Siéntate bien en el inodoro (¡sin «flotar»!)
Olvida esa costumbre de «flotar» o quedarte a medias sobre el asiento del inodoro. Hacer esto obliga a tu suelo pélvico a tensarse y contraerse. Si lo mantienes asÃ, impedirás que la vejiga se vacÃe por completo.
Lo ideal es sentarte por completo, asegurándote de que tus pies estén bien apoyados en el suelo. Esto permite que los músculos del suelo pélvico se relajen completamente.
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2. No hagas esfuerzo para orinar más rápido (¡paciencia!)
No te fuerces a orinar más rápido apretando o usando los músculos abdominales. Varios estudios indican que hacer esfuerzo crónico aumenta la presión interna de la vejiga.
Si lo haces, puedes terminar con:
- Una vejiga que no se vacÃa del todo.
- Problemas para orinar (micción disfuncional).
- Un mayor riesgo de prolapso de órganos pélvicos a largo plazo.
3. Ejercicios de Kegel, ¡siempre fuera de la micción!
Los ejercicios de Kegel son geniales para fortalecer el suelo pélvico, pero nunca los realices mientras estás orinando. Antes se usaba la maniobra de «cortar el chorro» como una prueba de fuerza, pero si interrumpes la orina una y otra vez, puedes alterar la relajación natural (por reflejo) de tu suelo pélvico y, de nuevo, impedir un vaciado completo de la vejiga.
RECUERDA: Entrena tu suelo pélvico siempre con la vejiga vacÃa.
Fuente: Very Well Health







