Reducir el desperdicio de alimentos no sólo ayuda a cuidar el medio ambiente, también representa un ahorro económico y una forma de aprovechar mejor los recursos del hogar. Con algunos hábitos sencillos puedes disminuir significativamente la cantidad de comida que termina en la basura.

1. Planifica tus compras y menús semanales

Antes de ir al supermercado, revisa lo que ya tienes en casa y planea tus comidas para la semana. Esto evita comprar productos duplicados o innecesarios que podrían echarse a perder.

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2. Aprovecha los alimentos al máximo

Usa las sobras de manera creativa: convierte verduras cocidas en sopas o guisos, o utiliza pan duro para preparar migas o tostadas. También puedes congelar frutas maduras para batidos o postres.

3. Almacena correctamente los productos

Guarda los alimentos en recipientes herméticos y en condiciones adecuadas de temperatura. Coloca los productos más antiguos al frente del refrigerador o la despensa para consumirlos primero.

4. Entiende las fechas de caducidad

Distingue entre “consumir antes de” y “consumir preferentemente antes de”. Muchos alimentos son seguros para su consumo después de esta última fecha, siempre que conserven buen olor, sabor y apariencia.

5. Congela y conserva lo que no usarás pronto

Si no vas a cocinar ciertos ingredientes a tiempo, congélalos. Esta práctica prolonga su vida útil y te permitirá tener alimentos disponibles para futuras preparaciones.

Adoptar estos hábitos es una forma sencilla y eficaz de contribuir al bienestar del planeta y de tu bolsillo. Organiza, conserva y aprovecha mejor los alimentos: tu salud, tu hogar y el medio ambiente te lo agradecerán. ¡Hazlo por tu bienestar y el del planeta!

 

Fuente: Food and Agriculture Organization of the United Nations (FAO)