Las úlceras o aftas bucales son pequeñas llagas que se presentan dentro de las mejillas y los labios, así como en la base de las encías y sobre o debajo de la lengua. Pueden hacer que sea doloroso comer, beber o incluso cepillarse los dientes, así lo indica la Fundación Nemours.

Las aftas bucales son diferentes del herpes labial (llamado también fuego labial), que es causado por un virus y se manifiesta fuera de la boca, alrededor de los labios, en las mejillas o el mentón, o dentro de las fosas nasales. El herpes labial es contagioso, pero las aftas bucales no lo son.

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Las aftas suelen aparecer como llagas abiertas redondas y dolorosas que tienen una capa blanca o amarillenta y un «halo» rojo a su alrededor. La mayoría son pequeñas (6 milímetros de ancho) y poco profundas, pero a veces pueden ser más grandes y más profundas.

La mayoría de las veces, aparece una sola afta, pero también pueden aparecer en pequeños grupos. En ocasiones, un área de la boca causará hormigueo o ardor antes de que comience a desarrollarse el afta o la úlcera bucal.

Las aftas bucales tardan aproximadamente 2 semanas en sanar. Durante ese tiempo, las llagas pueden causar dolor, aunque los primeros 3 a 4 días suelen ser los peores. A menos que sean muy grandes o profundas, generalmente sanan sin dejar cicatrices.

 

Fuente: Nemours Foundation