La salud bucal no depende solo del cepillado y el uso del hilo dental. Lo que comemos tiene un efecto directo en nuestros dientes y encías. Una alimentación equilibrada puede prevenir caries, inflamación y enfermedades periodontales.

1. Alimentos ricos en calcio fortalecen los dientes

El calcio es esencial para mantener los dientes fuertes. Lácteos como leche, yogur y queso, así como vegetales verdes y almendras, aportan este mineral que ayuda a fortalecer el esmalte dental y prevenir su desgaste.

2. Vitamina C para encías sanas

La vitamina C es clave para la producción de colágeno y la regeneración del tejido gingival. Frutas como naranja, fresa, kiwi y vegetales como el pimiento rojo favorecen encías firmes y menos propensas al sangrado.

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3. Azúcar y alimentos pegajosos: enemigos de la boca

Los alimentos ricos en azúcares añadidos, como dulces, refrescos y productos procesados, alimentan las bacterias que causan caries. Además, los alimentos pegajosos se adhieren a los dientes y dificultan su limpieza, aumentando el riesgo de placa dental.

4. Alimentos fibrosos estimulan la limpieza natural

Manzana, zanahoria y apio son alimentos crujientes y fibrosos que estimulan la producción de saliva y ayudan a limpiar los dientes de forma natural. La saliva también neutraliza los ácidos que dañan el esmalte.

5. Hidratación y salud bucal

El agua ayuda a mantener la boca limpia e hidratada, favoreciendo la eliminación de residuos de comida y la producción de saliva. Beber suficiente agua durante el día es clave para mantener el equilibrio del pH en la boca.

Una alimentación adecuada puede ser una aliada para la salud dental. Comer de forma consciente y equilibrada, junto con buenos hábitos de higiene, permite mantener dientes y encías en buen estado a lo largo del tiempo.

 

Fuente: American Dental Association