La salud bucal es importante para las personas de todas las edades. Sin embargo, la simple rutina que aprendiste de niño —cepillarte los dientes tres veces al día y usar hilo dental con regularidad— puede volverse más difícil a medida que envejeces. 

De acuerdo con los Institutos Nacionales de la Salud (NIH), 1 de cada 4 adultos de 75 años o más ha perdido todos sus dientes naturales, en buena medida debido a enfermedades de las encías y caries. 

Afortunadamente, puedes tomar medidas para mantener tu boca sana durante toda la vida. Si estás a cargo de un adulto mayor, también puedes ayudar a que su higiene bucal sea la adecuada.

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¿Cómo iniciar?

Debes saber que los dos problemas de salud bucal más comunes son las caries y la enfermedad de las encías. Las caries se desarrollan como placa que se acumula sobre los dientes y debajo de los empastes astillados.

La enfermedad de las encías es una infección de las encías y de los tejidos que las rodean que cumplen la función de mantener los dientes en su lugar. Los problemas de las encías aparecen cuando la placa se acumula a lo largo y por debajo del borde de la encía. 

Para reducir el riesgo de desarrollar caries y enfermedades en las encías, debes cepillarte los dientes a diario con crema dental con flúor, así como usar hilo dental. También debes asistir al dentista de forma periódica para una limpieza y una revisión.

¿Qué hacer ante la sequedad bucal?

Otro problema común de los adultos mayores es la sequedad bucal. La sequedad bucal ocurre cuando no se tiene suficiente saliva como para mantener la boca húmeda.

La sequedad bucal puede ser consecuencia de algunos medicamentos, el alcohol, el tabaco o determinadas enfermedades —como una diabetes mal controlada—. La sequedad bucal suele ser tratable, por lo que es conveniente que hables con tu médico o dentista si estás teniendo este problema.

Es esencial mencionar que los adultos mayores también tienen un riesgo más elevado de desarrollar cáncer bucal. Es importante detectar el cáncer bucal a tiempo, con el fin de recibir un tratamiento efectivo antes de que la enfermedad se haya expandido. 

Recuerda, una boca sana puede ayudarte a comer bien, evitar el dolor y sentirte mejor contigo mismo. Toma las medidas necesarias para mantener tu boca sana a cualquier edad.

 

Fuente: Institutos Nacionales de la Salud (NIH)