Un ultrasonido de riñón, o ecografía renal, brinda una imagen de los riñones y puede ayudar a los médicos a identificar un problema subyacente con dichos órganos.

Un médico puede ordenar una ecografía renal para verificar cualquier problema de preocupación dentro de los riñones y la vejiga de una persona.

Dicho ultrasonido puede ayudar al médico a detectar:

  • Lesión o daño en los riñones, como por ejemplo debido a una infección
  • Presencia de cálculos renales, tumores o quistes
  • Irregularidades en el tamaño y la forma del riñón
  • Flujo de sangre inadecuado hacia los riñones
  • Problemas con la vejiga

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Según una revisión del año 2015, aunque una ecografía puede ayudar a identificar masas en el riñón, es posible que un médico deba darle seguimiento a la exploración mediante una tomografía computarizada, a fin de determinar si la masa es benigna o cancerosa.

Otro posible uso de un ultrasonido renal es que los médicos controlen el estado de un trasplante de riñón. De acuerdo con una revisión del 2022, el seguimiento postoperatorio mediante ecografías renales puede ayudar a los profesionales de la salud a identificar varios problemas con los nuevos riñones. Tales problemas incluyen el rechazo del órgano trasplantado y problemas con la vejiga.

Cuando un médico debe tomar una biopsia de los riñones de un(a) paciente, puede utilizar un ultrasonido para ayudar a guiar la aguja de la biopsia. Posteriormente, puede enviar la muestra de tejido renal a un laboratorio para su análisis.

 

Fuente: Medical News Today