De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, la hemodiálisis es un tratamiento para filtrar los desechos y el agua de la sangre, llevando a cabo la función de los riñones cuando estos ya no pueden llevarla a cabo. La hemodiálisis ayuda a controlar la presión arterial y a equilibrar los minerales importantes (como el potasio, el sodio y el calcio) en la sangre.

Dicho tratamiento puede ayudar a las personas a sentirse mejor y a vivir por más tiempo, pero no es una cura para quienes experimentan insuficiencia renal.

Conoce más: Acceso vascular para hemodiálisis, ¿qué es y cuáles son sus tipos?

Durante la hemodiálisis, tu sangre pasa por un filtro, llamado dializador, que se encuentra fuera de tu cuerpo. El dializador a veces recibe el nombre de “riñón artificial”.

Al comienzo de un tratamiento de hemodiálisis, un enfermero o técnico de diálisis coloca dos agujas en tu brazo. Es posible que prefieras colocar tus propias agujas después de que tu equipo de atención médica te haya capacitado. Se puede usar una crema anestésica o un aerosol si te molesta la colocación de las agujas. Cada aguja se encuentra unida a un tubo blando conectado a la máquina de diálisis.

Esta máquina bombea sangre a través del filtro y la devuelve a tu cuerpo. Durante el proceso, la máquina de diálisis revisa tu presión arterial y controla lo siguiente:

  • Qué tan rápido la sangre fluye a través del filtro
  • Qué tan rápido se elimina líquido de tu cuerpo

Si deseas saber más sobre la hemodiálisis, consulta a tu médico.

 

Fuente: National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases