Una pielografía ascendente es una prueba que utiliza un tinte para determinar si un cálculo renal u otra cosa está bloqueando el tracto urinario. Durante la prueba, tu médico insertará un tubo delgado e iluminado (cistoscopio) en la uretra, el cual transporta la orina fuera del cuerpo desde la vejiga. Posteriormente, el especialista colocará un catéter a través del cistoscopio y dentro de un uréter, cuya función es transportar la orina desde el riñón hasta la vejiga. Una vez hecho esto, se inyecta un tinte (o material de contraste) a través del catéter y se toman radiografías. Esta sustancia ayuda a que las partes del cuerpo estudiadas se vean con más claridad en una radiografía.

Sumado a lo anterior, quizás necesites anestesia local o regional con este procedimiento.

Tu médico puede realizar esta prueba si una pielografía intravenosa (PIV) no ayuda con el diagnóstico. En una PIV, el tinte se inyecta a través de una vena en tu brazo.

Conoce más: ¿Cómo afecta la hipertensión arterial a los riñones?

La pielografía ascendente también se usa para identificar la posible causa de que haya sangre en tu orina. Puede ser un tumor, un cálculo, un coágulo de sangre o un estrechamiento (estenosis). Este estudio también se usa para revisar la colocación de un catéter o un stent ureteral. Un stent (o endoprótesis) es un tubo que permite que la orina pase alrededor de un bloqueo.

Cabe mencionar que la prueba generalmente se puede hacer incluso si eres alérgico(a) al tinte de contraste. El cuerpo absorbe solo una pequeña cantidad de esta sustancia. La prueba también puede hacerse si tus riñones no están funcionando bien.

Si tienes más dudas sobre la pielografía ascendente, consulta a tu médico.

 

Fuente: Michigan Medicine – University of Michigan Health / UC San Diego Health