Muchas enfermedades afectan la función de los riñones al atacar los glomérulos, que son estructuras diminutas dentro del riñón dedicadas a filtrar (limpiar) la sangre. Las enfermedades glomerulares abarcan muchas condiciones que poseen una variedad de causas genéticas y ambientales, pero se dividen en dos categorías principales:

  • La glomerulonefritis, que describe la inflamación del tejido de la membrana en el riñón que funciona como filtro, separando los desechos y el exceso de líquido de la sangre.
  • La glomeruloesclerosis, que describe la cicatrización o el endurecimiento de los vasos sanguíneos diminutos que se encuentran dentro del riñón.

Aunque la glomerulonefritis y la glomeruloesclerosis poseen causas diferentes, ambas pueden provocar insuficiencia renal.

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En concreto, las enfermedades glomerulares dañan los glomérulos, lo que permite que las proteínas y, en ocasiones, los glóbulos rojos, se filtren en la orina. Asimismo, una enfermedad glomerular puede interferir con la eliminación de los productos de desecho por parte del riñón, por lo que comienzan a acumularse en la sangre. A esto se suma que la pérdida de proteínas sanguíneas (como la albúmina) en la orina puede provocar una caída de su nivel en el torrente sanguíneo. En la sangre normal, la albúmina actúa como una esponja, extrayendo el exceso de líquido del cuerpo hacia el torrente sanguíneo, donde permanece hasta que los riñones lo eliminan. Pero cuando la albúmina se filtra en la orina, la sangre pierde su capacidad de absorber el exceso de líquido del cuerpo, el cual puede acumularse fuera del sistema circulatorio ya sea en la cara, las manos, los pies o los tobillos, dando lugar a hinchazón.

Si deseas saber más sobre las enfermedades de los glomérulos, consulta a tu médico.

 

Fuente: National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases (NIDDK)