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Ninguna cantidad de plomo en el agua potable es segura para las personas con enfermedad renal, así lo advierte un nuevo estudio que será publicado en la próxima edición de la revista JASN.

Los niveles bajos de plomo en el agua potable están muy extendidos en países como Estados Unidos. Por lo tanto, los resultados sugieren que las reglas de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de dicho país respecto a los niveles de plomo permitidos en el agua potable representan un riesgo para los 30 a 40 millones de personas que actualmente viven con enfermedad renal en la nación norteamericana.

«Aunque el agua potable puede parecer uniformemente saludable, los niveles bajos de contaminación por plomo que se encuentran en la mayoría de los sistemas de agua potable en Estados Unidos podrían tener efectos tóxicos para las personas con enfermedad renal crónica», señaló el doctor John Danziger, del Centro Médico Beth Israel Deaconess, en Boston, y autor principal del estudio.

«Es posible que se necesiten esfuerzos más rigurosos para mejorar la infraestructura del sistema de agua, a fin de proteger a las personas de este peligro no reconocido», agregó Danziger.

Los autores del estudio analizaron datos de salud de casi 600,000 personas en Estados Unidos que comenzaron la diálisis renal entre 2005 y 2017. También examinaron los datos de la EPA sobre las concentraciones de plomo en los sistemas de agua comunitarios en los cinco años previos a que los pacientes comenzaran la diálisis.

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Los investigadores se centraron en los efectos potenciales del plomo en los niveles de hemoglobina, la proteína transportadora de oxígeno en los glóbulos rojos que se ve afectada por el envenenamiento por plomo.

Los pacientes en ciudades con niveles detectables de plomo en el agua de su comunidad mostraron concentraciones de hemoglobina significativamente más bajas antes de comenzar la diálisis y durante el primer mes de diálisis. También recibieron dosis más altas de medicamentos para tratar la anemia, que ocurre cuando los recuentos de glóbulos rojos o los niveles de hemoglobina son más bajos de lo normal.

Tales asociaciones ocurrieron a niveles de plomo por debajo del umbral de plomo/agua potable de la EPA para la acción reguladora, reveló el estudio.

La investigación también encontró que los pacientes de raza negra estaban expuestos a niveles más altos de plomo en el agua potable que los pacientes blancos.

«En combinación con una mayor susceptibilidad a la enfermedad renal entre los afroamericanos, esto representa una importante injusticia ambiental», enfatizó Danziger.

 

Fuente: Health Day News