,

La enfermedad renal o daño renal suele ocurrir con el tiempo en las personas que padecen diabetes. Este tipo de enfermedad renal se denomina nefropatía diabética, de acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.

A decir de especialistas, cada riñón está compuesto de cientos de miles de unidades pequeñas llamadas nefronas. Estas estructuras filtran la sangre, ayudan a eliminar los desperdicios del cuerpo y controlan el equilibrio de líquidos.

En personas con diabetes, las nefronas se engruesan y, con el tiempo, cicatrizan. Las nefronas comienzan a filtrarse y la proteína —llamada albúmina— pasa a la orina. Este daño puede suceder años antes del comienzo de cualquier síntoma de enfermedad renal.

Conoce más: Páncreas, ¿cuál es su vínculo con la diabetes?

Prevención

Además de controlar tu presión arterial, es importante retardar el daño a los riñones controlando los niveles de azúcar en la sangre. Expertos recomiendan:

  1. Consumir una dieta saludable.
  2. Hacer ejercicio regularmente.
  3. Tomar medicamentos orales o inyectables según las indicaciones de un médico.
  4. Elegir los mejores medicamentos con ayuda de un médico. Algunos medicamentos para la diabetes son conocidos por prevenir el progreso de la nefropatía diabética mejor que otros.
  5. Revisar los niveles de azúcar en la sangre con frecuencia. Así como llevar un registro de los valores para conocer de qué forma las comidas y las actividades afectan estos niveles.

Cuando el daño renal se identifica en sus etapas iniciales, se puede retardar con tratamiento. Una vez que aparezcan cantidades mayores de proteína en la orina, el daño renal lentamente empeorará.

Te recomendamos conocer los signos de infecciones urinarias y conseguir tratamiento de inmediato. Considera que tener un bajo nivel de vitamina D puede empeorar las enfermedades renales. Pregúntale a tu médico si necesitas tomar suplementos.

Acércate a un profesional de la salud si tienes diabetes y no te han hecho un análisis de orina para buscar proteína. Recuerda mantener un estilo de vida saludable.

 

Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos