Si tus riñones no pueden mantener tu sangre filtrada y purificada, la diálisis realiza la función de estos órganos vitales utilizando una máquina.

Cabe destacar que la diálisis puede cumplir temporalmente la misma función que los riñones hasta que estos se recuperen y vuelvan a funcionar por sí solos.

Sin embargo, si padeces enfermedad renal crónica, deberás someterte a diálisis de forma permanente o hasta que un trasplante de riñón sea una opción.

Durante la hemodiálisis, deberás limitar tu consumo de potasio, fósforo y sodio. Es posible que debas llevar un registro de la cantidad de líquido que consumes. Un exceso de líquido en el cuerpo puede causar problemas.

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Un nefrólogo (médico especialista en riñones) suele contar con un dietista en su equipo para guiarte en tus elecciones alimenticias.

Ser constante con tu diálisis también reducirá tus probabilidades de necesitar un trasplante de riñón.

Suspensión de la diálisis

Si estás considerando suspender la diálisis, infórmale a tu médico sobre cualquier inquietud.

Aunque tienes derecho a suspender cualquier tratamiento en cualquier momento, es posible que te sugieran consultar con un profesional de la salud mental antes de finalizarlo. Si la afección que causa la insuficiencia renal no se ha corregido, suspender la diálisis eventualmente provocará la muerte.

 

Fuente: Healthline