Tener anemia significa que no cuentas con suficientes glóbulos rojos, que son células que transportan oxígeno desde los pulmones hasta los tejidos del cuerpo. Si tus tejidos y órganos no reciben suficiente oxígeno, no pueden funcionar adecuadamente.

La anemia es común en personas que padecen enfermedad renal crónica. Puede hacer que se sientan débiles y cansadas. No obstante, con tratamiento, es posible que se sientan mejor y disfruten más de la vida.

¿Qué causa la anemia durante la enfermedad renal crónica?

Los glóbulos rojos son producidos por la médula ósea. Para que la médula produzca glóbulos rojos, los riñones producen una hormona llamada eritropoyetina o EPO. Cuando los riñones se dañan, es posible que no produzcan suficiente EPO. Si los niveles de esta hormona disminuyen, la médula ósea no producirá suficientes glóbulos rojos, lo que se traducirá en anemia.

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En la mayoría de los casos, cuanto más dañados estén los riñones, más grave será la anemia. En general, las personas cuyos riñones funcionan a un tercio o menos de su nivel normal pueden padecer anemia.

¿Cuáles son los síntomas?

La anemia puede desarrollarse en etapas tempranas de la enfermedad renal, pero es posible que no se presenten síntomas hasta las últimas etapas de la misma.

A medida que la anemia empeora, es posible que la persona:

  • Se sienta débil y se canse más fácilmente.
  • Se sienta mareada.
  • Esté irritable.
  • Tenga dolores de cabeza.
  • Luzca muy pálida.
  • Sienta falta de aire.
  • Tenga problemas para concentrarse.

Si deseas saber más sobre la anemia causada por enfermedad renal y cómo se diagnostica y se trata, consulta a tu médico.

 

Fuente: Michigan Medicine – University of Michigan Health