La insuficiencia renal aguda es causada por daño a los riñones, que puede presentarse como resultado de una pérdida de sangre, toxinas o daño físico a los riñones.

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Los síntomas de insuficiencia renal aguda se desarrollan rápidamente, durante varias horas o días. Los más comunes incluyen los siguientes:

  1. Falta de energía y fatiga: son el resultado de una disfunción temprana de los órganos del cuerpo, que no tienen la concentración adecuada de electrolitos para funcionar como deberían.
  2. Pérdida de apetito, náuseas y vómitos: esta sensación se produce porque tu sistema digestivo, que requiere enzimas digestivas, músculos y nervios saludables para funcionar correctamente, puede ralentizarse y ser incapaz de mantener una actividad normal si tu riñón no regula adecuadamente las sustancias en tu cuerpo.
  3. Debilidad muscular generalizada: tus músculos requieren electrolitos para poder funcionar. Cuando se padece insuficiencia renal, esto hace que la función muscular se vea afectada.
  4. Latidos cardíacos rápidos, lentos o irregulares: los latidos del corazón están controlados por los músculos cardíacos, que dependen de una cantidad de electrolitos importantes para funcionar correctamente. Tu cuerpo intenta preservar la función cardíaca durante el mayor tiempo posible. Si tu organismo no puede compensar los efectos de la insuficiencia renal aguda, la función cardíaca puede verse afectada y producir ritmos cardíacos irregulares. En última instancia, esto puede ocasionar una falta de suministro de sangre adecuado en todo el cuerpo.
  5. Confusión: un síntoma grave de insuficiencia renal aguda, la confusión significa que tu cerebro no recibe el suministro de sangre adecuado. Si experimentas confusión como resultado de una insuficiencia renal aguda, podría progresar rápidamente hacia una pérdida de conocimiento o coma.
  6. Pérdida del conocimiento o coma: este síntoma significa que el cerebro carece de suministro de sangre adecuado y puede provocar un daño permanente a menos que reciba atención médica urgente.

 

Fuente: Very Well Health

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