¿Sabías que lo que comes y bebes puede tener un impacto directo en tu salud urinaria? Ciertos alimentos y bebidas pueden estresar la vejiga, lo que aumenta el riesgo de irritación y de desarrollar síntomas de vejiga hiperactiva.
Sin embargo, lo que te afecta a ti puede no afectar a otra persona. Llevar un registro de los alimentos que comes puede ayudarte a determinar qué alimentos podrían empeorar tus síntomas.
Conoce más: 3 pruebas para diagnosticar una infección urinaria en niños
A continuación te mencionamos algunos factores relacionados con la dieta que pueden interferir con la salud urinaria:
- Bebidas con gas. Las bebidas gaseosas o burbujeantes pueden agravar los síntomas de la vejiga hiperactiva e irritar los músculos de la vejiga.
- Ingesta de líquidos. Beber suficiente agua es importante para tu salud en general, pero beber demasiado puede aumentar la frecuencia con la que necesitas orinar.
- Beber antes de acostarte. Si bebes líquido dentro de las dos o tres horas previas a acostarte, es posible que te despiertes con más frecuencia para orinar durante la noche.
- Sensibilidad al gluten. Las personas que son alérgicas o sensibles al gluten (una proteína que se encuentra en los alimentos a base de trigo como el pan, la pasta y las galletas saladas) pueden experimentar más síntomas de vejiga hiperactiva.
- Cafeína. Este estimulante puede aumentar los síntomas de la vejiga hiperactiva. La cafeína se encuentra en los refrescos, el café, el chocolate, los helados y en algunos medicamentos de venta libre.
- Alimentos irritantes. Algunas personas pueden encontrar que los alimentos como las frutas cítricas, los productos a base de jitomate, las comidas picantes, los edulcorantes artificiales, las bebidas alcohólicas, los saborizantes artificiales o los conservantes aumentan los síntomas de la vejiga hiperactiva.
RECUERDA: A medida que descubras la mejor dieta para reducir los síntomas vejiga hiperactiva, es posible que desees considerar la posibilidad de tomar suplementos nutricionales. Pregúntale a tu médico cuáles se recomiendan y por qué pueden ser adecuados para ti.
Fuente: Healthline
