Si una persona no busca tratamiento oportuno para una infección renal, existe el riesgo de desarrollar complicaciones graves.
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Tales complicaciones incluyen las siguientes:
- Pielonefritis enfisematosa (PNE): es una complicación muy rara y potencialmente fatal. La PNE es una infección grave en la cual bacterias necrotizantes destruyen el tejido renal. Los síntomas incluyen fiebre, náuseas, dolor abdominal, vómitos y confusión. Los factores de riesgo incluyen mujeres que viven con diabetes. Una persona puede requerir cirugía si padece esta condición.
- Abscesos renales: debido a estos se puede acumular pus en los tejidos renales. Los síntomas incluyen sangre en la orina, pérdida de peso y dolor abdominal. A veces es necesaria la cirugía para drenar la pus. Los factores de riesgo incluyen cálculos renales, embarazo y diabetes.
- Insuficiencia renal aguda: uno o ambos riñones pueden dejar de funcionar. La persona podría requerir diálisis mientras el tratamiento comienza a surtir efecto.
- Trombosis de la vena renal: un coágulo de sangre en una de las principales venas del riñón puede provocar una falta de sangre en el órgano. Dicha condición puede ocasionar lesión renal aguda o enfermedad renal crónica.
- Envenenamiento de la sangre o sepsis: la sepsis es una emergencia médica que requiere un diagnóstico y tratamiento médicos a la brevedad. Esto da como resultado que la presión arterial de una persona descienda demasiado, lo que afecta la circulación sanguínea. La sangre puede moverse tan lentamente que comienza a coagularse dentro de los vasos sanguíneos. Los riñones pueden comenzar a fallar si la sangre no circula correctamente. Los síntomas de la sepsis incluyen los siguientes:
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- Edema
- Dificultad para respirar
- Fatiga
- Náuseas
- Confusión
- Convulsiones
- Coma
Fuente: Medical News Today
