,

La pandemia de COVID-19 ha hecho que muchos pospongan sus procedimientos médicos, pero un retraso en el tratamiento con radiación para el cáncer de próstata no parece afectar la supervivencia, así lo dio a conocer un nuevo estudio publicado en la revista JAMA Oncology.

Los investigadores descubrieron que los hombres con cáncer de próstata localizado de riesgo intermedio o alto que reciben radiación y terapia hormonal, y que retrasan la radiación mientras continúan con la terapia hormonal, no enfrentan peores resultados.

«Utilizando una gran base de datos de pacientes con cáncer de próstata, validamos que el momento de inicio de la radiación podría ser flexible», aseguró Vinayak Muralidhar, coautor del estudio y médico residente en el departamento de oncología y radioterapia del Hospital Brigham and Women, en Boston.

«Nuestros datos sugieren que los pacientes pueden esperar a que disminuyan los casos de COVID-19 antes de iniciar la radiación. O, si existe la posibilidad de que se produzca un aumento repentino de casos, podrían considerar someterse a la radiación un poco antes de lo planeado y completarla antes de que llegue el aumento», destacó Muralidhar.

Conoce más: Lesiones relacionadas con el baile antes de la pandemia, lo que debes saber

Para el trabajo, se administró radioterapia a pacientes con cáncer de próstata localizado junto con seis a 36 meses de terapia hormonal.

Los investigadores recopilaron datos sobre más de 63,000 casos de cáncer de próstata localizado en la Base de Datos Nacional del Cáncer de Estados Unidos.

Los casos se dividieron en cuatro grupos según el momento en que se inició la radiación en relación con la terapia hormonal. Para los hombres con enfermedad de riesgo intermedio y alto, el estudio no encontró diferencias en la supervivencia general en los cuatro grupos.

«Los resultados son tranquilizadores para los pacientes y nos permiten elaborar un programa de radiación flexible para el cáncer de próstata que garantice su seguridad», subrayó Muralidhar. «Los resultados tienen implicaciones importantes para los pacientes que habitan áreas que experimentan un aumento en los casos de COVID-19, quienes pueden optar por esperar un momento más seguro para ingresar e iniciar el tratamiento. En el futuro, también podríamos considerar otros tipos de cánceres y tratamientos, y observar si el retraso en la terapia tiene un impacto en la supervivencia».

«Nuestra esperanza es que nuestro estudio ayude a los pacientes y proveedores a tomar decisiones sobre el momento del tratamiento», indicó el primer autor Edward Christopher Dee, estudiante de cuarto año de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard. «Estas decisiones pueden ayudar a que los pacientes reduzcan su riesgo de exposición al COVID-19. Nuestros hallazgos también pueden brindar tranquilidad a los pacientes y proveedores que eligen retrasar el tratamiento».

 

Vía: Health Day News