El autismo es un trastorno neurológico que se presenta desde la niñez y una de sus principales manifestaciones es la ausencia de capacidades comunicativas. Este trastorno ha provocado que, durante mucho tiempo, se piense que los berrinches en los niños con autismo sean mayores debido a su condición. Pero no es así.

Una reciente investigación estadounidense encontró que, pese a que en en algunos casos los niños con autismo presenten ausencia de lenguaje, esta condición no provoca que los pequeños sean más propensos a hacer berrinches.

Hay una creencia errónea habitual y generalizada de que los niños con autismo tienen más pataletas [también conocidas como berrinches] porque tienen dificultades para comunicar sus deseos y necesidades a sus cuidadores y otros adultos”, manifestó la doctora Cheryl Tierney investigadora principal y jefa de sección de pediatría del comportamiento y del desarrollo del Hospital Pediátrico de la Universidad Estatal de Pensilvania, en Estados Unidos.

“La creencia es que la incapacidad de expresarse con el habla y el lenguaje es el motivo principal de estas conductas, y que si podemos mejorar su habla y su lenguaje, dichas conductas mejorarán por sí mismas”, expuso la especialista.

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Sin embargo, “solo un porcentaje muy pequeño de pataletas son provocadas por la incapacidad de comunicarse bien con las otras personas o por la incapacidad de ser comprendidos por otros”, explicó la doctora Tierney.

La investigación consistió en analizar la conexión entre el lenguaje y la frecuencia de los berrinches en niños de entre 15 meses y 6 años de edad. “Tuvimos niños en nuestra muestra con una habla clara y la suficiente inteligencia para poder comunicarse, y sus berrinches eran igual de frecuentes” que los pequeños que no podían comunicarse debido al autismo, compartió la experta.

Tras conocer estos resultados, la doctora Tierney expuso que “[los médicos] deberíamos dejar de decir a los padres de niños con autismo que la conducta de su hijo mejorará cuando empiecen a hablar o cuando su lenguaje mejore, porque ahora tenemos los suficientes estudios para mostrar que es improbable que ocurra eso sin que haya una ayuda adicional”.

Los expertos expusieron que la mejor manera para reducir los berrinches en niños con autismo consiste en ayudarlos a regular su estado de ánimo y a tener tolerancia a la frustración, algo que los padres de familia pueden lograr con la ayuda de pediatras y especialistas.

 

Vía: Hola Doctor