Las pruebas moleculares para detección de COVID-19 también son llamadas pruebas de PCR, pruebas de ARN viral o pruebas de ácido nucleico.

Estas requieren que se hagan frotis nasales, frotis de garganta y pruebas de saliva u otros fluidos corporales.

Cabe destacar que estas pruebas se pueden realizar en un hospital, en un consultorio médico, en tu automóvil o incluso en tu casa.

Las pruebas moleculares buscan material genético que proviene únicamente del virus.

¿Cuánto tiempo tardan en otorgar resultados?

Depende de la capacidad del laboratorio. Los resultados pueden estar listos el mismo día, pero generalmente demoran al menos uno o dos días. A lo largo de la pandemia, especialmente ahora, en muchos lugares se han informado retrasos en los tiempos de respuesta de hasta una o dos semanas.

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¿Qué pasa con la precisión?

Estas pruebas pueden brindar falsos negativos, es decir, una prueba que dice que la persona no tiene el virus cuando en realidad sí lo tiene. La tasa informada de falsos negativos es tan baja como el 2% y tan alta como el 37%. La tasa informada de falsos positivos, es decir, una prueba que dice que tiene el virus cuando en realidad no lo tiene, es del 5% o menos.

Una prueba molecular con un hisopo nasal profundo suele ser la mejor opción, porque tendrá menos falsos negativos que otras pruebas de diagnóstico o muestras de hisopos de garganta o saliva. Sin embargo, a las personas que están en el hospital se les pueden tomar otros tipos de muestras.

También es posible que hayas oído hablar de las pruebas agrupadas, en las que se combinan varias muestras y se les realiza una prueba molecular. Esto podría acelerar los análisis de un gran número de personas y reducir la cantidad de pruebas necesarias.

Si una prueba combinada es negativa, a las personas cuyas muestras se combinaron se les dice que tienen una prueba negativa y la prueba individual es innecesaria. Pero si la muestra combinada da positivo, se analizará cada una de las muestras individuales que se tomaron para ver qué persona o personas son responsables del resultado combinado positivo.

Este enfoque puede ser particularmente útil en entornos donde el número de infecciones es bajo y está disminuyendo, y se espera que la mayoría de los resultados de las pruebas sean negativos. Por ejemplo, en una comunidad donde la infección parece estar bajo control y se planifica la reapertura de escuelas y negocios, las pruebas conjuntas de empleados y estudiantes podrían ser una estrategia eficaz.

 

Vía: Harvard Medical School