Una contusión (moretón) de rodilla suele ocurrir debido a un traumatismo (como una caída), con síntomas que incluyen dolor, rigidez, hinchazón y decoloración de la piel. La mayoría de las contusiones de rodilla no son graves, pero algunos tipos pueden indicar la presencia de una lesión coexistente, como un desgarro de menisco, o pueden aumentar el riesgo de una afección futura como la artritis de rodilla.
Los síntomas de una contusión de rodilla son similares a los de cualquier moretón. Estos incluyen:
- Dificultad para usar los músculos que rodean la rodilla
- Dolor
- Decoloración de la piel
- Hinchazón
- Sensibilidad al tacto
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Con una lesión que ocasiona una contusión de rodilla, puedes experimentar síntomas adicionales como dificultad para: caminar, levantarte de una silla o del coche, subir escaleras o realizar otros movimientos que involucren flexión o extensión de la articulación de la rodilla.
Las contusiones de rodilla generalmente no son graves. No suelen necesitar cirugía ni una férula, pero quizás requieran que restrinjas tus actividades hasta que sanen.
A veces, una contusión de rodilla es síntoma de un problema más grave, como una fractura ósea, una luxación de rodilla, un ligamento roto o un esguince. Una inflamación significativa entre tres y cuatro horas después del traumatismo inicial podría indicar un desgarro del ligamento cruzado anterior.
Tu profesional de la salud te realizará un examen físico y probablemente solicitará una resonancia magnética u otras pruebas de diagnóstico por imagen, a fin de buscar signos de lesiones adicionales o su causa.
Fuente: Very Well Health