La recuperación de una fractura de cadera puede tardar un año completo. Durante ese tiempo, el dolor suele disminuir después de cuatro a seis semanas. La consolidación completa del hueso puede tardar 12 semanas. Y a los seis meses, algunas personas pueden recuperar su nivel de actividad previo a la lesión.

Dicho esto, la recuperación varía de persona a persona, y hay quienes nunca recuperan la funcionalidad completa.

La mejor manera de recuperarse de una fractura de cadera es comenzar a moverse lo antes posible. La inmovilidad abre la puerta a la posibilidad de complicaciones importantes.

Es fundamental que los pacientes se levanten y se muevan lo antes posible después de la cirugía. Existen varias estrategias para alcanzar dicho objetivo.

Lo más importante es que la cirugía debe realizarse poco después de la lesión. Existe controversia sobre la rapidez con la que debe realizarse la operación, pero lo ideal es dentro de las 48 horas posteriores a la lesión, o posiblemente antes.

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Muchos hospitales están mejorando los equipos para que las personas con fracturas de cadera puedan ingresar al quirófano el mismo día o al día siguiente de la lesión.

Se pueden presentar situaciones en las que la cirugía debe retrasarse, como cuando existen otros problemas médicos importantes que deben abordarse antes de un procedimiento quirúrgico.

Otra situación común es cuando una persona que toma anticoagulantes se fractura la cadera. Es posible que sea necesario revertir los efectos anticoagulantes antes de realizar la cirugía de forma segura.

El segundo paso es ponerse de pie y moverse rápidamente después de la cirugía. Durante las horas y días posteriores al procedimiento, el personal de enfermería y los terapeutas trabajarán para que la persona se levante y se mueva. Incluso cambiar de posición y sentarse en una silla puede ayudar a prevenir algunas de las complicaciones que suelen ocurrir en personas con fractura de cadera.

 

Fuente: Very Well Health