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Se acerca el otoño y también la posibilidad de lo que los funcionarios de salud pública llaman una «pandemia doble», es decir, epidemias superpuestas de COVID-19 e influenza.

Una mala temporada de gripe, junto con los continuos brotes de COVID-19, podría aumentar el riesgo de enfermedades mortales entre la población y abrumar la capacidad hospitalaria en comunidades que ya luchan por tratar a pacientes con coronavirus, afirman expertos.

«Creo que definitivamente es una posibilidad y es algo que nos preocupa a todos», comentó el doctor Eric Cioe-Pena, director de salud global de Northwell Health, en Nueva York. «La trifecta de una mala temporada de gripe, un resurgimiento de la COVID y un huracán en el Atlántico es nuestro escenario apocalíptico».

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) suelen comprar medio millón de dosis de la vacuna contra la gripe para adultos sin seguro, pero este año, la agencia aumentó su pedido a 9.3 millones de dosis adicionales.

Sin embargo, las estrategias de protección que los funcionarios han estado promoviendo contra el COVID-19 (uso de cubrebocas, lavado de manos y distanciamiento social) deberían reducir el riesgo de una pandemia doble.

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«Las mismas cosas que hacemos para prevenir la COVID deberían funcionar para otro virus llamado influenza», dijo el doctor Waleed Javaid, director de prevención y control de infecciones en Mount Sinai Downtown, en la ciudad de Nueva York. «Si seguimos las mismas recomendaciones, deberían ser efectivas tanto para la influenza como para la COVID, y es posible que no veamos tanta propagación de influenza como hemos visto en años anteriores».

De hecho, el hemisferio sur se encuentra en medio de su temporada de influenza y ha visto una disminución dramática de los casos de esta gracias a las medidas de protección adoptadas contra el nuevo coronavirus.

Es por eso que los funcionarios de salud pública están presionando para que la mayor cantidad posible de personas se vacunen contra la gripe, a fin de que tengan alguna protección contra al menos uno de estos virus circulantes.

«No tenemos una vacuna preventiva contra la COVID, pero sí podemos vacunar contra la influenza y prevenir las visitas a los hospitales este año. Recomiendo encarecidamente a todos que se vacunen contra la influenza», enfatizó Cioe-Pena.

La vacuna contra la influenza contiene partículas de tres a cuatro cepas diferentes de gripe que, según las autoridades, serán las más circulantes durante la temporada de gripe en un año determinado. Incluso si la vacuna no coincide exactamente con la gripe que termine siendo la más común, sí prepara al cuerpo para producir una respuesta inmune que limitará la gravedad de la enfermedad de una persona.

«La gente dice que se aplica la vacuna cada año y de todos modos contrae la gripe», dijo Cioe-Pena. «Lo que notarán es que hay muy pocas personas que dicen: ‘Mi ser querido o yo recibimos la vacuna contra la gripe y luego nos colocaron en un respirador con neumonía’. Incluso cuando no previene la enfermedad, sigue siendo la mejor herramienta que tenemos para atenuar los efectos de la gripe».

 

Vía: Health Day News