Desde hace años, los refrescos han venido desplazando poco a poco al agua como la bebida que acompaña las comidas. Este es un aspecto que ha cobrado factura en la salud integral de las personas.

Los refrescos son uno de los principales culpables de la crisis de obesidad infantil que se vive en prácticamente todo el mundo. Lo peor es que su daño puede empezar incluso desde antes de que nazca un pequeño.

De acuerdo con una reciente investigación estadounidense, beber refrescos durante el embarazo puede ocasionar daños en la salud cerebral del bebé.

Los hijos de las mujeres que llevaban una dieta rica en azúcar -especialmente proveniente de los refrescos- durante el embarazo, demostraron tener habilidades de aprendizaje y memoria menos agudas, encontró la investigación.

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“Todo el mundo quiere lo mejor para sus hijos, y un modo de evitar que su hijo salga perjudicado es tener cuidado y limitar la ingesta de azúcar añadido, especialmente de bebidas endulzadas con azúcar, como las bebidas de frutas, las bebidas deportivas y los refrescos”, indicó la doctora Juliana Cohen, autora del estudio y profesora asistente en el Colegio Merrimack de North Andover, Massachusetts, en Estados Unidos.

Riesgos

El estudio, cuyas conclusiones fueron publicadas en la versión online de la revista especializada American Journal of Preventive Medicine, encontró que cuando las futuras mamás consumieron más refrescos, sus hijos presentaron unas habilidades de resolución de problemas no verbales y una memoria verbal menos agudas, en comparación con los hijos de madres que tuvieron una ingesta menor de azúcar durante el embarazo.

Asimismo se encontró que el consumo excesivo de refrescos durante el embarazo puede ocasionar que los niños presenten habilidades motoras finas, visuales, espaciales y visomotoras menos efectivas durante la infancia temprana (alrededor de los 3 años de edad). Estos efectos también se asociaron con el consumo de refrescos de dieta.

Recomendaciones

Las embarazadas deben limitar el consumo de comida rápida y azúcares añadidos, incluyendo los refrescos, subrayó el doctor Mitchell Kramer, presidente de obstetricia y ginecología en el Hospital Huntington de Nueva York, en Estados Unidos.

“Las dietas occidentales están llenas de azúcar y de bebidas endulzadas con azúcar. El hecho de que podrían afectar a la memoria y al aprendizaje es alarmante”, agregó.

La Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés) recomienda que las mujeres y los niños consuman menos de 100 calorías (25 gramos) de azúcar al día.

 

Vía: Health Library