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La pandemia de coronavirus y la próxima temporada de gripe podrían representar una doble amenaza, pero muchos padres han decidido no vacunar contra la influenza a sus hijos, así lo reveló la Encuesta Nacional sobre Salud Infantil del C.S. Mott Children’s Hospital, parte de Michigan Medicine.

Aunque los expertos en salud pública enfatizan la necesidad de que las personas de todas las edades reciban la vacuna contra la influenza estacional durante la pandemia de COVID-19, 1 de cada 3 padres estadounidenses dijo que no planea llevar a su hijo a vacunar contra la influenza este otoño; y solo un tercio piensa que vacunar a sus niños es más importante de lo habitual este año.

Las razones comunes citadas incluyen preocupaciones infundadas sobre los efectos secundarios o creencias erróneas de que una vacuna contra la gripe no es necesaria o efectiva.

La encuesta se realizó en agosto, e incluyó casi 2,000 respuestas de madres y padres de niños de entre 2 y 18 años.

«Es posible que veamos picos de gripe y COVID-19 al mismo tiempo, lo que podría abrumar el sistema de atención médica, sobrecargar la capacidad de realizar pruebas y reducir nuestra capacidad para detectar y tratar ambas enfermedades respiratorias de manera efectiva», advirtió Sarah Clark, codirectora de la encuesta.

«Nuestro informe encuentra que incluso durante la pandemia, algunos padres no consideran que la vacuna contra la influenza sea urgente o necesaria. Esto aumenta las preocupaciones sobre cómo el inicio de la temporada de influenza podría agravar los desafíos respecto al manejo de la COVID-19″, agregó la especialista.

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Desde 2010, la gripe ha causado entre 9 y 45 millones de enfermedades, de 140,000 a 810,000 hospitalizaciones y de 12,000 a 61,000 muertes al año, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).

Los niños menores de 5 años, y especialmente los menores de 2, tienen un alto riesgo de sufrir complicaciones graves relacionadas con la influenza.

Los padres que no llevaron a sus hijos a vacunar contra la influenza el año pasado mostraron menos probabilidades de hacerlo este año (menos de un tercio), mientras que los padres que llevaron a sus hijos a vacunar contra la gripe el año pasado mostraron más probabilidades de volver a hacerlo (96%), encontró la la encuesta.

«Un desafío clave para los funcionarios de salud pública es cómo llegar a los padres que no buscan de manera rutinaria la vacunación contra la influenza estacional para sus hijos», apuntó Clark. «Cuando recibir una vacuna anual contra la gripe no es un patrón, se debe motivar a los padres para que piensen por qué es esencial que sus hijos se vacunen».

Los padres cuyo proveedor de atención médica recomienda reiteradamente la vacunación contra la influenza, tienen más probabilidades de vacunar a sus hijos este año. Sin embargo, menos de la mitad de los padres dijeron que el proveedor de atención médica habitual de su hijo recomendó encarecidamente la vacuna contra la influenza este año.

Lo anterior podría deberse a que ha habido una fuerte disminución de las visitas en persona a los médicos durante la pandemia, finalizó Clark.

 

Vía: Health Day News